Septiembre es el Mes del Envejecimiento Saludable, un momento para celebrar los aspectos positivos de la vejez y aprovechar las oportunidades que conlleva. Un envejecimiento saludable abarca tanto la salud física como mental. Dado el aumento de la longevidad, a raíz de lo cual una de cada cuatro personas que hoy tienen 65 años vivirá más de 90 y una de cada 10 vivirá más de 95, la necesidad de lograr un bienestar físico y mental duradero resulta cada vez más importante.

A medida que las personas envejecen, pueden que deban afrontar situaciones difíciles, como jubilarse, perder un ser querido o padecer enfermedades crónicas o el aislamiento social. Estas situaciones pueden provocar estrés, ansiedad, depresión o soledad, lo que afecta a la calidad de vida y a la salud en general. Sin embargo, el envejecimiento también trae consigo cambios positivos, como más sabiduría, resiliencia, gratitud y un sentido de propósito. Las personas que dan prioridad al bienestar físico y mental pueden mejorar su capacidad de afrontar los cambios en la vida, disfrutar de sus años dorados y hacer un aporte a sus comunidades.

Diez consejos para envejecer de forma saludable

 El Mes del Envejecimiento Saludable es una gran oportunidad para reflexionar sobre el bienestar físico y mental y avanzar en ese sentido, independientemente de cuál sea su edad. A continuación, le damos algunos consejos para celebrar el Mes del Envejecimiento Saludable y mejorar su salud física y mental:

  1. Comer sano e hidratarse bien para vivir más tiempo y con más vitalidad

    Una buena alimentación e hidratación son fundamentales para la salud física y mental, la energía y el estado de ánimo. Una alimentación equilibrada aporta nutrientes esenciales y ayuda a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardíacas y la obesidad. Una buena hidratación contribuye a regular la temperatura corporal, la digestión y la presión sanguínea y previene problemas relacionados con la deshidratación, como la desorientación y las caídas en las personas mayores. Seguir los consejos sobre una buena alimentación, beber mucha agua y limitar el consumo del alcohol, la cafeína y los alimentos procesados puede promover la longevidad y la vitalidad.

  1. Hacer ejercicio con regularidad y disfrutar de moverse para estar en forma y ser feliz

    Hace actividad física es beneficioso para la salud y el bienestar en muchas formas. Fortalece los músculos, los huesos y las articulaciones, mejora el sistema cardiovascular y respiratorio y reduce el riesgo de padecer distintas enfermedades. También mejora el estado de ánimo, la capacidad cognitiva y la autoestima, además de reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. En los adultos mayores, la actividad física ayuda a mantener la movilidad, el equilibrio y la independencia. Algunos pasatiempos como caminar, correr, andar en bicicleta, nadar, bailar o hacer jardinería pueden mejorar la actividad física. Variar las rutinas, establecer objetivos y hacer un seguimiento de los progresos puede contribuir a mejorar la condición física de las personas mayores y hacer que se sientan más felices.

  1. Dormir lo suficiente e implementar una rutina sueño para descansar y recuperarse

    El sueño es vital para la salud física y mental, ya que contribuye tanto a la reparación celular como a la consolidación de la memoria y la regulación hormonal. La falta de sueño puede afectar al estado de ánimo, la capacidad cognitiva y el sistema inmunitario y aumentar con ello el riesgo de sufrir depresión, ansiedad y demencia. La calidad del sueño suele disminuir con la edad debido a cambios en los ritmos circadianos, los medicamentos o los problemas de salud. Un buen descanso es fundamental para el bienestar, ya que permite recargar las energías, relajar los músculos y reducir el estrés. Para mejorar el sueño y el descanso hay que seguir una rutina de sueño, evitar las pantallas antes de acostarse, generar un entorno confortable para dormir y hacer siestas o descansos durante el día. Dormir la suficiente cantidad de horas y tener una rutina de sueño bien establecida favorecen el descanso y la recuperación en las personas mayores.

  1. Evitar el tabaco, el exceso de alcohol y otras sustancias para cuidar la salud y el bienestar

    El tabaco, el exceso de alcohol y otras sustancias pueden perjudicar la salud y el bienestar. Estas sustancias dañan los órganos, aumentan el riesgo de padecer cáncer, derrames cerebrales y enfermedades hepáticas, y afectan al estado de ánimo y la capacidad cognitiva. También afectan la acción de los medicamentos, así como el sueño y la alimentación, y generan adicción y síndrome de abstinencia. Estas sustancias empeoran los síntomas de envejecimiento, como las arrugas o la osteoporosis. Evitar el tabaco, el exceso de alcohol y otras sustancias mejora la salud y el bienestar en las personas mayores.

  1. Controlar el estrés e implementar técnicas de relajación para hallar la calma y el equilibrio

    El estrés es una parte normal de la vida, pero su exceso puede dañar la salud y afectar el bienestar. Causa síntomas físicos como dolores de cabeza y fatiga, y síntomas emocionales como irritabilidad y ansiedad. El estrés deteriora la capacidad de respuesta a los problemas, la toma de decisiones y las relaciones, y aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes. Para manejar el estrés hay que identificar sus causas, fijar límites y buscar ayuda. Las técnicas de relajación como la inhalación profunda, la meditación y el yoga ayudan a serenar la mente y el cuerpo. Controlar el estrés y poner en práctica técnicas de relajación aporta calma y equilibrio a las personas mayores.

  1. Mantener los vínculos sociales y afianzar las relaciones significativas para conectarse con su entorno y fortalecer la red de apoyos

    Los vínculos sociales y las redes de apoyo alimentan un sentido de pertenencia, propósito y de significado de la vida. Reducen el estrés, la soledad y el aislamiento, que son factores que pueden repercutir sobre la salud mental y el bienestar. Los vínculos sociales brindan a las personas mayores que afrontan situaciones complicadas, como jubilarse, perder un ser querido o tener problemas de movilidad, la oportunidad de sentirse acompañados, de recibir ayuda y de ser parte de un grupo. Mantenerse en contacto con familiares y amigos, asociarse a clubes o grupos, trabajar como voluntario o participar en actos comunitarios son actividades todas positivas. También es importante compartir los propios sentimientos, pensamientos y necesidades con los demás, así como escucharlos y empatizar con ellos. Mantener los vínculos sociales y fortalecer las relaciones significativas mejora la conexión de las personas mayores con su entorno y fortalece su red de apoyos.

  1. Practique algún pasatiempo o actividad que disfrute, le dé alegría y que lo haga sentir realizado y satisfecho

    Tener un pasatiempo y hacer alguna actividad mejoran la salud y el bienestar porque son fuentes de disfrute, satisfacción y realización. Estimulan la creatividad, la curiosidad y el aprendizaje y fortalecen las habilidades y la confianza. Los pasatiempos ayudan a los adultos mayores a afrontar los períodos de cambio en la vida, como el retiro, la pérdida de un ser querido o la enfermedad, y a encontrar nuevas fuentes de sentido e identidad. Tener un pasatiempo como la lectura, la escritura, la pintura, la jardinería, la cocina o la música generan alegría y satisfacción. Explorar nuevos pasatiempos y asumir el desafío de aprender algo nuevo puede ser también una razón de disfrute y satisfacción para las personas mayores.

  1. Mejore su salud mental y sus funciones cognitivas mediante el aprendizaje continuo y nuevas experiencias

    Conocer y poner a prueba la mente es beneficioso para la salud y el bienestar, ya que mantiene el cerebro activo, alerta y ágil. El aprendizaje continuo y las nuevas experiencias mejoran la memoria, la concentración y las habilidades de resolución de problemas, además de ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y la demencia. Aprender cosas nuevas ayuda a los adultos mayores a adaptarse a los cambios, manejar el estrés y conservar la curiosidad. Adquirir y participar en nuevas experiencias y habilidades, como hacer un curso, aprender un idioma, jugar a algo o armar un rompecabezas fortalece la salud mental. Pedir la opinión de los demás, hacer preguntas y compartir lo aprendido con ellos también fortalece las funciones cognitivas de los adultos mayores.

  1. Cuide y sea empático consigo mismo para fortalecer su autoestima y el amor propio

    El cuidado y la empatía por uno mismo mejoran la salud y el bienestar ya que aumentan la autoestima, el respeto y el amor propios. Atenúan las críticas, la dudas y los juicios internos, que repercuten en la salud mental. Cuidar de sí mismos les permite a los adultos mayores a afrontar los desafíos que trae aparejado el envejecimiento, como el deterioro físico, la enfermedad o la pérdida, y a aceptarse tal como son. El cuidado de uno mismo implica atender las necesidades físicas, emocionales y mentales, como alimentarse bien, descansar, expresar las emociones o buscar ayuda psicológica. Una actitud amable, empática e indulgente con uno mismo, especialmente en los momentos difíciles, fortalece la autoestima y el amor propio en los adultos mayores.

  1. Buscar ayuda y apoyo cuando los precise para cuidar su salud mental y bienestar

    La salud mental y el bienestar no son algo estático o fijo. Pueden cambiar dependiendo de distintos factores, como acontecimientos, circunstancias o desafíos de la vida. Por lo tanto, es importante reconocer cuándo se necesita ayuda y apoyo, y no dudar en pedirlos ante problemas de salud mental o física. Pedir ayuda no es una señal de debilidad, sino de fortaleza y valentía. Además, pedir ayuda y apoyo puede darles a los adultos mayores los recursos, la orientación y el tratamiento que precisan para mejorar su salud y bienestar.

La salud mental y el bienestar son aspectos fundamentales que les posibilitan a los adultos mayores disfrutar de la vida y seguir manejándose con independencia. Si siguen estas recomendaciones, los adultos mayores pueden mejorar su salud mental y su bienestar de distintas maneras, por ejemplo, fomentando el vínculo con los demás, aprendiendo nuevas habilidades, cultivando la gratitud, buscando ayuda y cuidando de sí mismos. Además, estas recomendaciones pueden ayudar a los adultos mayores a prevenir o afrontar problemas de salud mental frecuentes, como la depresión, la ansiedad o el deterioro cognitivo. El Mes del Envejecimiento Saludable sirve de recordatorio de que envejecer no tiene por qué ser un obstáculo para ser feliz y sentirse realizado. Los adultos mayores pueden progresar y prosperar si cuidan su salud mental y su bienestar.

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