A medida que envejecemos, nuestros patrones y necesidades de sueño cambian. Dormirse, mantenerse dormido y despertarse renovado puede resultar algo cada vez más difícil. Además, el aumento del estrés, la ansiedad y el malestar físico pueden hacer aún más difícil poder relajarse y descansar.

Según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, se recomienda a los adultos mayores de 65 años que duerman entre 7 y 8 horas cada noche para mantener una salud óptima. Sin embargo, en diversos estudios se señala que casi el 30 % de los adultos mayores no cumplen esta recomendación, lo que puede repercutir negativamente en su salud y bienestar general.

El sueño y la relajación no son lujos que puedan desatenderse. Son componentes fundamentales del cuidado de la salud y contribuyen a mantener el equilibrio emocional, la claridad mental y la resiliencia física. Sin una relajación adecuada e insuficientes horas de sueño, nuestra salud mental y bienestar general pueden deteriorarse y volvernos más susceptibles a los trastornos del estado de ánimo, el deterioro cognitivo y las enfermedades crónicas.

El envejecimiento plantea nuevos desafíos y para poder enfrentarlos es vital priorizar la salud y el bienestar. Descubra los beneficios del sueño y la relajación en la tercera edad y consulte estos consejos prácticos para mejorar su descanso y fortalecer su bienestar mental:

Los beneficios del sueño y la relajación

El sueño y la relajación no son simples estados pasivos de inactividad. Son procesos activos que conllevan diversas funciones fisiológicas y psicológicas, como la reparación de tejidos, la consolidación de recuerdos, la regulación hormonal y el procesamiento de las emociones. Algunos de los beneficios del sueño y la relajación incluyen:

  • Una mejora en el humor y la salud mental

    El sueño y la relajación pueden aliviar el estrés, reducir la ansiedad y la depresión y aumentar la felicidad y el optimismo. También mejoran la regulación emocional y aumentan la empatía y las habilidades sociales, lo que favorece las relaciones sociales y la solidaridad con los demás.

  • Una mejora de las funciones cognitivas y la memoria

    El sueño y la relajación mejoran la atención, la concentración, la creatividad y la capacidad de resolver problemas. También pueden fortalecer la memoria y el aprendizaje, lo que previene o retrasa el deterioro cognitivo y la demencia.

  • Una mayor inmunidad y longevidad

    El sueño y la relajación refuerzan el sistema inmunitario y aumentan la resistencia a las infecciones y la inflamación. También reducen el riesgo de padecer enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer, al tiempo que favorecen una vida más larga.

 

Seis maneras de mejorar el sueño y la relajación

Aunque el sueño y la relajación son funciones naturales y vitales, no siempre son fáciles de lograr. Existen muchos factores que pueden alterar nuestro sueño y relajación, como el ruido ambiental, la luz, la temperatura, los medicamentos, la cafeína, el alcohol, el dolor, las enfermedades, los hábitos de vida y el estrés psicológico. Por suerte, hay algunas estrategias que pueden ayudarnos a mejorar nuestro sueño y relajación, como por ejemplo:

  1. Establecer una rutina de sueño

    Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el ritmo circadiano, un reloj biológico interno que controla el ciclo de sueño y vigilia. También puede ayudar a evitar el desfase horario (jet lag), el cambio de hora en verano y otras alteraciones que pueden afectar a la calidad del sueño.

  1. Generar un ambiente cómodo y que propicie la relajación para dormir

    Un dormitorio oscuro, tranquilo, fresco y cómodo puede ayudarle a quedarse dormido más rápido y a tener un sueño más profundo. Es recomendable emplear cortinas, persianas, tapones para los oídos, ventiladores, humidificadores u otros aparatos para bloquear cualquier ruido o luz externos que puedan perturbar nuestro sueño.

  1. Mantener una alimentación saludable y balanceada

    Comer alimentos nutritivos y sanos puede fortalecer tanto el cuerpo como la mente y aportar la energía y los nutrientes imprescindibles para las actividades diarias. Se recomienda evitar las comidas abundantes o muy condimentadas o el consumo de bebidas con cafeína, alcohol o azúcar cerca de la hora de acostarse, ya que pueden afectar la digestión, el metabolismo y la calidad del sueño.

  1. Hacer actividad física con frecuencia

    La práctica habitual de ejercicio físico puede mejorar la salud física y mental, así como el sueño y la relajación. La actividad física ayuda a reducir el estrés, levanta el ánimo, mejora la circulación sanguínea y fortalece los músculos y los huesos. Sin embargo, se recomienda evitar hacer ejercicio muy cerca de la hora de acostarse, ya que puede estimular el sistema nervioso y hacer más difícil conciliar el sueño.

  1. Implementar técnicas de relajación

    Existen muchas técnicas de relajación que pueden ayudar a calmar la mente y el cuerpo para prepararse para dormir. Algunas de estas técnicas son la respiración profunda, la meditación, el yoga, el tai chi, la relajación muscular progresiva, la visualización guiada, la aromaterapia, los masajes y escuchar música o sonidos relajantes. Lo ideal es utilizar estas técnicas antes de acostarse o cuando nos sintamos estresados, ansiosos o tensos.

  1. Buscar ayuda profesional

    Si tiene problemas para conciliar el sueño o relajarse o padece trastornos del sueño como insomnio, apnea del sueño, síndrome de las piernas inquietas o narcolepsia, es aconsejable que consulte a un médico o especialista del sueño. Este profesional está capacitado para diagnosticar y tratar esas afecciones y prestarle asesoramiento y apoyo personalizados. Además, buscar ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o terapeuta, puede resultar útil para abordar problemas emocionales o psicológicos, como traumas, duelos o depresiones que influyen en el sueño y la relajación.

 

El sueño y la relajación son fundamentales para conservar la salud mental y el bienestar a medida que envejecemos. Ayudan a controlar el estrés, mejoran el estado de ánimo y las funciones cognitivas, además de reforzar la inmunidad y alargar la vida. Para mejorar el descanso y el bienestar mental, piense en adoptar estrategias sencillas y eficaces, como mantener una rutina de sueño, crear un ambiente cómodo para dormir, llevar una alimentación equilibrada, hacer ejercicio de forma periódica, implementar técnicas de relajación y buscar ayuda profesional si la precisa.

Además, la aplicación de Uprise Health ofrece herramientas para mejorar el sueño y la relajación y manejar el estrés, la ansiedad y otros problemas emocionales que pueden afectar al descanso. Ofrece servicios personalizados de asesoramiento o mentoría, y cursos de relajación, meditación y alivio del estrés según las distintas necesidades y preferencias. Visite el portal para miembros para descargar la aplicación y descubrir todos los recursos que el EAP tiene a su disposición.