Tipos de trauma
El concepto de trauma puede dividirse en tres categorías: trauma agudo, trauma crónico y trauma complejo.
Trauma agudo
El trauma agudo, también conocido como trauma por shock, se origina por un único acontecimiento inesperado y angustioso, que provoca reacciones emocionales intensas entre los tres y los 30 días siguientes a su ocurrencia. Asimismo, el trauma agudo puede surgir de diversas situaciones, como catástrofes naturales, accidentes, agresiones violentas y muertes inesperadas.
Trauma crónico
Por otra parte, el trauma emocional crónico se deriva de acontecimientos prolongados o repetitivos, que provocan respuestas emocionales sostenidas. Este tipo de trauma mantiene al organismo en un estado de alerta elevado. Algunos ejemplos de fuentes de trauma crónico son el maltrato doméstico, presenciar el maltrato de un ser querido, la violencia comunitaria y las enfermedades crónicas.
Trauma complejo
El tercer tipo de trauma es el trauma complejo. Es el que se produce cuando alguien tiene múltiples experiencias de trauma crónico. El trauma complejo puede ser muy peligroso, ya que puede crear problemas físicos y mentales a largo plazo.
Encontrar apoyo
Después de sufrir un acontecimiento traumático, sus amigos y familiares pueden ofrecerle apoyo, al igual que los profesionales.
Infórmele a su familia y amigos que ha pasado por una experiencia traumática y que necesitará su apoyo y comprensión para sobrellevarla y recuperarse, así como que pueden pasar semanas, o incluso meses, antes de que los efectos de esta experiencia disminuyan. También es importante hacerles saber que puede estar experimentando algunos de los siguientes sentimientos y comportamientos:
- Aumento de la ansiedad o el miedo
- Mal genio o irritabilidad
- Pesadillas y problemas para dormir
- Confusión y/o pérdida de memoria a corto plazo
- Dolores y molestias físicas
- Dificultad para tomar decisiones
- Tendencia a aislarse
- Miedo a estar solo
También es una buena idea informarles de que su comportamiento puede ser diferente durante un tiempo mientras se enfrenta a la experiencia. Puede ofrecerle sugerencias sobre cómo ayudarlo, por ejemplo:
- Se paciente; no me digas que piense en positivo únicamente
• Escucha e intenta comprender mis sentimientos
• Pregunta cómo puedes ayudar
•Asume algunas de mis responsabilidades temporalmente
• Ayúdame a sentirme seguro de nuevo (por ejemplo: llévame al trabajo, ayúdame a sentirme seguro al instalar nuevas medidas de seguridad en casa como cerraduras en las puertas, haz recados conmigo o simplemente pasa más tiempo conmigo).
Un nivel de apoyo más profundo
Un evento traumático puede desencadenar recuerdos de otros traumas no relacionados, como una enfermedad, una lesión o la muerte de un ser querido. Si tiene otros recuerdos traumáticos, dígaselo a alguien. Sus amigos y familiares solo pueden ayudarle si saben a lo que usted está enfrentando. Si sus sentimientos o comportamientos están cambiando o empeorando, infórmele a alguien para que pueda apoyar sus necesidades.
Si no se siente cómodo para hablar con sus amigos y familiares, o si necesita más ayuda de la que pueden ofrecerle, debe comunicarse con profesionales llamando al EAP. Comunicarse con un consejero cualificado a través de recursos como su EAP puede ser un paso inestimable hacia la recuperación. Los medicamentos también pueden contribuir a equilibrar las sustancias químicas del cerebro para aliviar las respuestas al estrés y mejorar la calidad del sueño. Combinar la asesoría y la terapia con los medicamentos adecuados puede mejorar enormemente el proceso de curación.
Al buscar ayuda profesional y explorar recursos, las personas que viven con traumas agudos y crónicos, así como con trastornos traumáticos, pueden encontrar consuelo al saber que no están solas en su viaje hacia la curación y la restauración.