¿Alguna vez siente que la vida va a mil por hora? No le sucede solo a usted. Por eso este agosto, el Mes Nacional del Bienestar, es el momento perfecto para hacer una pausa y pensar en cómo podemos cuidar mejor de nosotros mismos en el trabajo. El bienestar no se trata solo de programas sofisticados o de las últimas tendencias de salud; se trata de encontrar pequeñas formas de hacer que cada día sea un poco mejor.

Por qué el Mes Nacional del Bienestar es importante

Seamos honestos: los últimos años han sido un torbellino. Muchos de nosotros estamos malabareando más cosas que nunca, equilibrando el trabajo, la familia y todo lo demás. Es fácil dejar nuestras propias necesidades en un segundo plano. El Mes Nacional del Bienestar es un pequeño impulso para ponernos en contacto con nosotros mismos y con nuestros compañeros de trabajo, así como recordarnos mutuamente que sentirse bien —física y mentalmente— es importante.

Pequeños pasos, grandes resultados

El bienestar no tiene por qué significar grandes cambios. A veces se trata de tomar un respiro, pedir ayuda o simplemente compartir una risa con un amigo en el trabajo. Si está buscando formas de hacer del bienestar parte de su rutina diaria, estas son algunas ideas que cualquiera puede probar:

  • Mantenga las cosas simples: no es necesario cambiar toda su agenda. Intente agregar un descanso breve para estirarse o una caminata corta durante el día, cualquier cosa que le ayude a despejar la mente.
  • Piense en usted mismo y en los demás: tómese un momento para preguntarse cómo está realmente. Puede ser difícil, pero intente ser honesto consigo mismo. No dude acercarse a un compañero de trabajo para platicar sobre cómo les está yendo.
  • Comparta lo que funciona: ¿encontró un nuevo pódcast, aplicación o hábito que le ayuda a controlar el estrés? ¡Compártalo! Nunca se sabe quién podría necesitarlo.
  • Aproveche sus recursos: desde los Programas de Asistencia al Empleado (EAP) hasta las comunidades en línea, el apoyo está más cerca de lo que cree. Si alguna vez no sabe cómo proceder, hablar con un profesional de salud mental siempre es una buena opción.
  • Pruebe una cosa a la vez: elija un pequeño hábito en el que se concentrará cada semana, como beber más agua, establecer una hora fija para terminar su jornada laboral o anotar algo por lo que siente agradecimiento.

El bienestar es para todos

No es necesario ser gerente o experto en bienestar para marcar la diferencia en la vida de quienes le rodean. Cada uno de nosotros, sin importar nuestro rol o experiencia, tiene el poder de crear un lugar de trabajo más saludable y compasivo. A veces, los gestos más simples, como un sincero “¿Cómo estás?” y tomarse unos minutos extra para escuchar o compartir un momento de tranquilidad con un colega, pueden tener un efecto dominó que alegra el día de alguien. Ofrecer apoyo no tiene por qué ser un gran gesto ni tener un costo personal. El simple hecho de estar presente, notar cuando alguien parece no estar bien, o alentar a un amigo a tomarse un descanso puede fomentar el cambio. Incluso si no tiene todas las respuestas, el simple hecho de demostrar que se preocupa puede hacer que el lugar de trabajo se sienta emocionalmente más seguro, más cálido y más conectado para todos.

Mantengamos el hábito

Mientras celebramos el Mes Nacional del Bienestar, no hay mejor momento para adoptar nuevos hábitos y cuidar nuestro bienestar, pero recuerde que estos cambios positivos no tienen por qué detenerse cuando termina el mes. Cada pequeño paso que da puede generar un crecimiento real, el cual inspirará a quienes le rodean. Imagínese cuánto más alegres podrían ser nuestros días si hiciéramos del bienestar una parte natural de nuestras rutinas diarias, tanto en el trabajo como en nuestra vida personal.

No importa dónde comience, ya sea que esté dando sus primeros pasos o haya estado concentrándose en su camino hacia el bienestar durante años, ahora es el momento perfecto para explorar algo nuevo. Pruebe una nueva práctica de cuidado personal, ofrezca una palabra de apoyo a un colega o simplemente dese permiso para hacer una pausa y recargar energías. Incluso los gestos más pequeños contribuyen a un lugar de trabajo más conectado, compasivo y lleno de energía.