La procrastinación es uno de los mayores obstáculos que dificultan nuestra productividad y enfoque. Es fácil dejarse llevar en otras direcciones, como navegar por las redes sociales o revisar el correo electrónico, en lugar de mantenerse con lo que se debe hacer. Pero al comprender por qué ocurre la procrastinación y cómo desarrollar nuestra fuerza de enfoque, podemos superar las distracciones y terminar las tareas. En esta publicación, exploraremos las diferentes secciones de nuestro cerebro, por qué procrastinamos y cómo pasar de la procrastinación a la productividad.

Explicación del cerebro

El cerebro humano es increíblemente complejo, pero se puede simplificar en tres secciones: la neocorteza, el cerebro mamífero y el cerebro reptil. La neocorteza es responsable del lenguaje, el pensamiento lógico y la creatividad. El cerebro mamífero es responsable de las emociones, los sentimientos y las relaciones, y el cerebro reptil es responsable del instinto, el dominio y la supervivencia. Sabiendo esto, podemos comprender mejor las diferentes distracciones que experimentamos y por qué podemos tener la tentación de posponer las cosas cuando una tarea no se siente inmediatamente gratificante.

Razones por las que procrastinamos

Hay muchas razones por las que podemos posponer las cosas. Podemos estar aburridos, ansiosos, abrumados, cansados, perfeccionistas, resentidos o frustrados. La procrastinación puede convertirse en un ciclo contraproducente que nos hace sentir peor con nosotros mismos y con nuestro trabajo.

Este es un proceso típico de procrastinación:

  1. Identifica un resultado que le gustaría lograr
  2. Encuentra beneficios naturales e imaginarios para la demora
  3. Más demora conduce a la autocrítica y la creación de excusas
  4. Demora hasta que la tarea debe hacerse apresuradamente o no puede hacerse en absoluto
  5. Se regaña a sí mismo y promete no volver a hacer esto nunca más
  6. Repite el proceso frustrante.

Romper el ciclo requiere reconocer cuándo estamos procrastinando, comprender las razones subyacentes y practicar métodos para fomentar el enfoque.

¿Qué es el enfoque?

El enfoque es dar toda nuestra atención a una tarea u objetivo. Nos ayuda a hacer el trabajo, mejora nuestras relaciones y nos permite completar tareas sin olvidar detalles importantes. Hay dos tipos de enfoque: enfoque superficial, que está orientado a tareas y sigue una lista de tareas pendientes; y enfoque profundo, que es más inmersivo y requiere más energía y concentración. Ambos tipos requieren esfuerzo, pero cuanto más practicamos, más fácil se vuelven.

Cómo pasar de la procrastinación a la productividad

Pasar de la procrastinación a la productividad requiere reconocer cuándo estamos procrastinando, comprender por qué y desarrollar nuestra fuerza de enfoque. Para comenzar, tómese un momento para recordar cuándo siente la tentación de procrastinar. Luego dé un paso atrás y analice por qué se siente así. Tal vez la tarea le resulta demasiado abrumadora o las notificaciones de las redes sociales le distraen.

Una vez que comprenda lo que está sucediendo, es hora de comenzar a desarrollar su fuerza de enfoque al identificar qué actividades o pensamientos lo ayudan a concentrarse, incluyendo los siguientes:

  • Listas de reproducción de música de enfoque
  • Seguimiento del tiempo
  • Recompensas
  • Hacer bloques de tiempo

Cómo superar la procrastinación

Superar la procrastinación requiere tiempo y esfuerzo. Requiere perdonarse a sí mismo por la procrastinación pasada y comprometerse a ejercitar su fuerza de enfoque con las tareas diarias. Establezca metas pequeñas y prométase una recompensa una vez que haya realizado la tarea. También es importante eliminar las distracciones de su entorno tanto como sea posible. Apague las notificaciones de su teléfono y computadora y encuentre un espacio tranquilo para trabajar. Cuanto más practique, más fácil se vuelve.

La procrastinación puede ser un obstáculo difícil de superar, pero se puede lograr con la mentalidad y las herramientas adecuadas. Comprender cómo funciona nuestro cerebro, por qué procrastinamos y cómo desarrollar nuestra fuerza de concentración son pasos cruciales para pasar de la procrastinación a la productividad. Al reconocer las distracciones de diferentes secciones de nuestro cerebro y prestar atención a comportamientos consistentes con nuestros valores, podemos mejorar nuestra productividad y enfoque. Así que la próxima vez que sienta la tentación de procrastinar, respire profundamente, analice lo que está sucediendo y luego concéntrese en la tarea. ¡Su productividad se lo agradecerá!

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